Este website utiliza cookies propias y de terceros. Alguna de estas cookies sirven para realizar analíticas de visitas, otras para gestionar la publicidad y otras son necesarias para el correcto funcionamiento del sitio. Si continúa navegando o pulsa en aceptar, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies?
![]() ![]() |
![]() |
![]() ![]() ![]() ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Iberoamérica |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Casi tres millones de infectados en la región más desigual Sigue aquí la cumbre de inclusión social en América Latina tras la COVID organizada por la OCDE ![]() ![]() ![]() ![]() La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) inicia este lunes una cumbre virtual sobre informalidad e inclusión social en tiempos de COVID-19 en América Latina, la región más desigual del mundo ya antes de que la pandemia haya infectado a casi tres millones de sus habitantes.España tiene en el evento un papel secundario, pues se han complicado las relaciones iberoamericanas y aunque quiere jugar un papel útil, ella misma socava su propia influencia,según The Economist ![]() La cumbre incluye dos sesiones públicas este lunes 13 de julio a las que se puede acceder pinchando aquí, seguidas de una serie de sesiones ministeriales cerradas y específicas los días 15, 16 y 17 de julio, abiertas únicamente a delegaciones países de América Latina y el Caribe y de la OCDE y a organizaciones internacionales. En el encuentro se abordan propuestas para reducir la informalidad laboral, que afecta a a la mayoría de los trabajadores de América Latina, el 65% de los cuales son vulnerables porque no se benefician de ninguna forma de protección social, cuando la CEPAL acaba de resaltar que América Latina y el Caribe pierde al año 325.000 millones de dólares por incumplimiento tributario. Cuenta la cumbre con la participación de ministros de Exteriores y de los ámbitos de Trabajo, Planificación y Desarrollo Social de diversos países latinoamericanos, así como representantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil. Promesa y decepción en la complicada relación de España con América Latina, según The Economist
![]() Bajo este título e ilustración en una versión y en otra los de La complicada relación de España con América Latina: el antiguo poder colonial quiere jugar un papel útil, pero socava su propia influencia, el semanario británico The Economist dice esta semana que, si bien apenas se ha notado en la prensa incluso en España, en las últimas semanas, el gobierno español ha organizado seis reuniones ministeriales virtuales con sus homólogos en América Latina para compartir experiencias sobre cómo enfrentar la pandemia, culminadas el 24 de junio, cuando nueve presidentes latinoamericanos se unieron a Pedro Sánchez y acordaron trabajar juntos para tratar de asegurar que las instituciones financieras internacionales tengan más dinero para prestar a América Latina.
Dice este análisis que el diálogo político iberoamericano a veces ha prometido más de lo justo y que ha tenido altibajos en los últimos 40 años, aunque con la transición de España a la democracia Felipe González entre 1982 y 1996 forjó lazos estrechos. Junto a México, en 1991 España lanzó la primera de lo que se convertiría en cumbres regulares "iberoamericanas", que también incluyen a Portugal. Las empresas españolas se amontonaron en América Latina, a menudo comprando empresas privatizadas. En 2005, España estableció una secretaría iberoamericana (conocida como Segib) para implementar iniciativas acordadas en las cumbres, equipo discreto que hace cosas útiles, como organizar la portabilidad de los títulos profesionales y la seguridad social, y actúa como un vehículo para proyectos de ayuda a pequeña escala por un valor de € 23 millones ($ 26 millones) al año, a los que los países contribuyen como ellos desean. Dice The Economist que el corazón de la oferta política de España a América Latina es presentarse como el defensor de la región en Bruselas, aunque de hecho los grandes países como Brasil y Argentina a menudo no necesitan un intermediario. Pero España fue importante para aliviar los requisitos de visa para el área Schengen para los latinoamericanos y para cerrar un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, el bloque con base en Brasil y Argentina. En mayo, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, organizó con Josep Borrell, su predecesor que ahora es el jefe de política exterior de la UE, una exitosa conferencia de donantes para apoyar las necesidades de los migrantes venezolanos.
Recuerda este análisis momentos de deterioro de las relaciones iberoamericanas, entre ellos cuiando el nuevo presidente populista de México Andrés Manuel López Obrador exigió que España se disculpara por su invasión de 1519 y los españoles se enojaron mientras que muchos latinoamericanos vitorearon en privado; cuando España recortó la ayuda al desarrollo después de su depresión económica de 2009-12 y algunas de sus compañías ahora se están retirando de América Latina. Pero resalta que el mayor fracaso diplomático de España ha sido la caída de Venezuela en la dictadura bajo Nicolás Maduro y cuando se dejó a Noruega tratar de negociar un acuerdo el año pasado entre el gobierno y la oposición. España se ve obstaculizada por las travesuras de José Luis Rodríguez Zapatero, un ex primer ministro socialista, que afirma ser un mediador en Venezuela. La oposición del país lo considera un títere para Maduro. Gracias al Sr. Zapatero, España "ha perdido mucho prestigio", dice un ex canciller latinoamericano. Podemos, el miembro de extrema izquierda de la coalición de Sánchez, también es amigable con el régimen de Maduro. Por lo tanto, la política interna socava la diplomacia española en uno de los temas más importantes en una región que, según afirma, es una prioridad.
Tras señalar que Rebeca Grynspan desde Segib señala que las cumbres iberoamericanas son el único lugar donde todos los gobiernos de América Latina se sientan juntos, dide que eso refleja una región que está más dividida que durante décadas, en la que los presidentes de Argentina y Brasil no se hablan entre sí y sobre lo que a López Obrador no le importa. Es un incumplimiento del deber que los líderes de América Latina no hayan logrado llegar a una posición conjunta sobre muchos de los problemas apremiantes de la región, comenzando por cómo obtener apoyo internacional para reconstruir sus economías, aunque España al menos en eso ha entrado en la brecha.
|
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
||
![]() |
© 2021 | www.ibercampus.es
|
Powered by ![]() |
![]() |
||
![]() |
||||
![]() |
Política de cookies | Política de privacidad | ![]() |
||
![]() |
![]() |
![]() ![]() ![]() ![]() |
![]() |